"(El metal) era un sonido que no tenía en mi carrera pero lo conozco y lo aprecio (...) Desde siempre escucho a Black Sabbath, a Ozzy Osbourne, e incluso mis maestros como Neil Young, quien a veces saca con su Crazy Horse un sonido así", explica Gieco.
Ahora, anda concentrado en el cine. Dirigió un documental, titulado 'Mundo alas' que, espera, quede entre a la competencia por los premios Óscar.
"Es un documental ficcionado, una gira con 15 artistas con discapacidad, y terminó siendo el más premiado en la historia del género en Argentina. Tenemos 35 premios y la vamos a llevar a Nueva York y Los Ángeles a estrenarla en agosto", añade.
En torno a la hibridación de las músicas iberoamericanas, tema que hace parte de la agenda del Congreso, afirma que "no está mal, porque la cultura sigue intacta y virgen, sigue siendo nuestra reserva".
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